Este finde pasado nos fuimos a bañar a una especie de alberca en medio del campo desde la que se veia el pueblecito de San Casciano. El agua estaba "calientita" y no nos podiamos creer que despues de estar media hora en el agua salieras al frio de finales de febrero y sintieras un gran calor dentro de ti. Despues de quedarnos con las manos mas arrugas que una uva pasa caduca nos vestimos como cebollas, nos pusimos nuestros gorros e hicimos un super-picinic en el prado de enfrente de las albercas.
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